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El Gobierno autorizará por primera vez la contratación de profesionales técnicos de la construcción en el extranjero

Las empresas podrán captar conductores de grúa, carpinteros de aluminio o instaladores electricistas en origen. Trabajo sigue negociando los perfiles concretos

Trabajadores de la construcción, en julio de 2021 en Sevilla.
Trabajadores de la construcción, en julio de 2021 en Sevilla.PACO PUENTES (EL PAÍS)
Emilio Sánchez Hidalgo

Las empresas dicen que España sufre un grave problema de vacantes en varios sectores. El Ministerio de Trabajo asegura que esto es falso y recurre a estadísticas oficiales para justificarlo: aunque estemos en máximos históricos —según CC OO, por las ofertas de empleo público—, la tasa de vacantes española es una de las más bajas de Europa. Limitan el problema a puestos muy concretos, en los que faltan profesionales con formación muy específica. En medio de estos dos análisis tan diferentes, el Gobierno acaba de acordar el nuevo catálogo de ocupaciones de difícil cobertura, la lista de puestos para los que el Ejecutivo permite a las empresas contratar en el extranjero. Por primera vez este listado incluye profesiones del sector de la construcción, pero entre esas ocupaciones no están las más comunes, como peones o capataces. Son ocupaciones técnicas, como conductor operador de grúa o carpintero de aluminio metálico. Más general es la inclusión de instaladores electricistas.

Este nuevo catálogo se decidió el miércoles en una reunión en la que participaron el Ministerio de Trabajo, el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, sindicatos y patronal. En realidad la única opinión vinculante es la de los representantes del Gobierno, y quien toma la decisión definitiva es el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que depende de Trabajo. “Fue una reunión larga, de más de dos horas, en la que se decidió incluir varias nuevas profesiones del ámbito de la construcción de carácter muy técnico”, explica el responsable confederal de Migraciones de Comisiones Obreras, José Antonio Moreno.

Fuentes de Trabajo confirman que el nuevo catálogo incluirá profesiones “muy técnicas” del sector de la construcción, pero matizan que las negociaciones con los agentes sociales siguen abiertas. Las mismas fuentes indican que “en España no existe un problema de vacantes, tal como demuestran las estadísticas oficiales”. Por ello, en el departamento que dirige Yolanda Díaz creen que “no se pueden abrir sectores enteros a la contratación externa”. “El Ministerio de Trabajo y Economía Social entiende que hay que analizar caso a caso y por territorios la situación y en el seno en la Comisión Tripartita con la participación y el acuerdo de los agentes sociales”, añaden las mismas fuentes.

Moreno, que forma parte de estos debates desde que se puso en marcha este catálogo en 2005, asegura que “nunca antes” se habían incluido profesionales de la construcción. Su sindicato apoya la medida con reticencias, “en un acto de buena fe y lealtad institucional”, destaca Moreno. “Nosotros defendemos que no hay un problema de vacantes en España, no hay carencia de trabajadores. Pero vamos a hacer una prueba con estas posiciones muy específicas, ya que la autoridad laboral nos transmite que sería bueno planteárselo”, añade el sindicalista. Destaca varias veces a lo largo de la conversación que no son puestos rasos o generales, sino unos pocos de cualificación muy específica.

Las nuevas posiciones concretas relacionadas con la construcción son: conductor operador de grúa en camión, conductor operador de grúa fija, conductor operador de grúa móvil, carpintero de aluminio metálico y PVC, montador de carpintería metálica y PVC, instaladores electricistas de edificios y viviendas e instaladores electricistas en general, claves para el desarrollo de los tan demandados paneles solares. Hasta ahora este catálogo incluía profesiones relacionadas, sobre todo, con la navegación marítima, como frigorista naval o jefe de máquinas de buque mercante.

El nuevo texto aplica durante el tercer trimestre del año, es decir, de julio a septiembre. Además, aunque estas necesidades laborales en ocasiones se plantean por provincias, las posiciones relacionadas con la construcción funcionan en toda España. Salvo incidencias, la intención del Ejecutivo es publicar esta nueva lista en el Boletín Oficial del Estado. “La presencia de una ocupación en el catálogo de la zona geográfica de que se trate, implica, para el empleador, la posibilidad de tramitar la autorización para residir y trabajar dirigida a un trabajador extranjero”, explica el SEPE en su página web.

Mano de obra para fomentar el crecimiento

El ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, lleva mucho tiempo intentando que Trabajo acepte la inclusión de profesionales como estos en este catálogo. Fuentes conocedoras de las negociaciones afirman que si dependiese de él, habría incluido más perfiles. En su departamento consideran que la llegada de mano de obra extranjera es clave para que no se ralentice el crecimiento económico. De ahí que esté fomentando otras medidas paralelas, como la rebaja ya aprobada de los requisitos de formación para regularizar a extranjeros. En un informe del año pasado el ministerio de Escrivá y el de Transportes relacionaban la necesidad de ampliar el catálogo de difícil cobertura con aprovechar al máximo el Plan de Recuperación, los 140.000 millones de euros de fondos europeos para paliar la crisis provocada por la pandemia.

Una de las apuestas estratégicas del plan español es invertir en obra civil y en la construcción y rehabilitación de viviendas para que sean más eficientes energéticamente. Estas actividades generarían 246.000 nuevos puestos de trabajo, “un volumen mayor de la mano de obra disponible actualmente en España”, según el informe con el que Migraciones y Transportes justificaban la propuesta.

El debate de las vacantes

En España había 149.645 vacantes en el primer trimestre del año, un récord nunca visto en esta estadística (cuyos datos empiezan en 2013). Este guarismo supone un aumento de unas 9.000 personas respecto al último cuarto de 2022, cuando había 140.517, según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este valor suele crecer en el primer trimestre, pero en esa última ocasión lo hizo en menor medida que en los últimos años.

Aunque estemos en máximos históricos, los sindicatos rebajan la importancia de este hito. “La cifra de vacantes ha alcanzado efectivamente un máximo, con un aumento de 15.657 respecto a hace un año. Pero el 81% del aumento del último año corresponde a la rama de Administración Pública, Defensa y Seguridad Social (12.690 vacantes más) donde se registran ya 51.375 vacantes, el 34,3% del total”, indicó CC OO en un comunicado distribuido tras la publicación de la estadística.

El sindicato explica que “el aumento de la oferta pública de empleo en el último año tiene el efecto estadístico de disparar la cifra de vacantes pendientes de cubrir en el mercado de trabajo”. “Además”, continúa el sindicato, “la mayor parte de esas vacantes vinculadas al sector público ya están cubiertas por trabajadores que cuentan con un empleo temporal, por lo que no son vacantes reales sino plazas ofertadas dentro de un proceso de consolidación y estabilización de empleo público”.

A nivel europeo, España es uno de los países con un menor nivel de vacantes, con una tasa del 0,9%, frente a la media europea de un 2,8%. Bulgaria, Polonia y Rumania también están a la cola, con el mismo porcentaje. Los que arrojan registros más preocupantes son Austria, Bélgica y Países Bajos (empatados en el 4,7%).

El Ministerio de Trabajo lleva varios meses esforzándose en contextualizar el dato, destacando que pese a estar en niveles récord, es un agujero muy pequeño respecto a los 20,8 millones de trabajadores. En el ministerio de Díaz tienen “clarísimo” que en España no hay un problema de vacantes, pese a las quejas de los empresarios. “Son muy pocas en comparación con los ocupados. No es estadísticamente cierto que las empresas tengan dificultades para cubrir necesidades de empleo”, explicaron recientemente en el ministerio, tomando como referencia los datos del último trimestre de 2022. “Nuestra tasa de vacantes (0,9%) es tan baja porque, lamentablemente, nuestro dato de paro es muy alto (un 13%, ante la media europea del 6%)”, añadieron.

Entre las patronales que más se quejan están las de la construcción, la hostelería o la metalúrgica. Varias han elaborado sus propios estudios que señalan un alto nivel de vacantes, al igual que la encuesta entre empresarios de la consultora KPMG, en la que 8 de cada 10 compañías dicen que no encuentran personal suficiente.

Recientemente, en la presentación de su memoria anual, el Consejo Económico y Social (CES) reconoció que puede haber problemas con la estadística del INE. “Lo hemos mirado y hay diferentes opiniones. Creemos que hay problemas con los datos, que la estadística de vacantes no es certera y sólida”, explicó Raymond Torres, el presidente de la comisión encargada de la elaboración de la memoria.

El experto señaló tres posibles problemas que podrían estar aumentando las vacantes, “sin que el CES se decante por ninguna de ellas como la principal”. Una es la escasez “absoluta” de mano de obra “cualificada” en algunos sectores concretos, “lo que podría acabar siendo un factor limitativo del crecimiento económico”, aunque Torres dijo que “esto no pasa en la mayoría de empresas”. Otra son las malas condiciones laborales en algunas actividades, algo que cree que “puede afectar en sectores con la hostelería”, añadió Torres. El tercer asunto al que aludió fue la “escasa intermediación” que se da en España: “Las oficinas de empleo tienen que funcionar mejor”.

Sindicatos y patronales coinciden en el diagnóstico en algunos sectores, como la industria metalúrgica o la tecnología. Representantes de trabajadores y de empresarios reconocen que faltan perfiles muy específicos, en los que no hay suficientes empleados formados para la demanda actual. Sin embargo, difieren completamente en el análisis en empleos peor pagados, como la hostelería. Las centrales apuntan que en esta actividad no hay un problema de empleos sin cubrir, sino de malas condiciones laborales.

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Sobre la firma

Emilio Sánchez Hidalgo
Redactor de Economía. Empezó su trayectoria en EL PAÍS en 2016 en Verne y se incorporó a Sociedad con el estallido del coronavirus, en 2020. Ha cubierto la erupción en La Palma y ha participado en la investigación de la pederastia en la Iglesia. Antes trabajó en la Cadena SER, en el diario AS y en medios locales de su ciudad, Alcalá de Henares.

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